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BIBLIOTECA NACIONAL DE LIMA

La Biblioteca Nacional posee una secc10n de mss. comenzada

a formar casi desde su fundación, en 1822, pero notablemente a–

crecent ada después, especialmente en la época de D. Manuel de

Odriozola. Según éste, en 1881, ante s del inca lific ab le despoj o de

que fué objeto po r parte de las auto,ridades chilenas que ocupaban

la capit al, el número de ellos ascendía a más de ochocientos . Este

número disminuyó consider ab lemente por la indicada causa, de

modo que en i891, según el Catálogo del Salón Amé rica, pubEca–

do por Ricardo Palma, sólo ascendí a a 192, a los cuales habí a que

agregar los 41 vols. de Documentos del Virreinato, en los cuales

.andaban confundidos manuscrit os e impresos. La adquisición del

Archivo ele D . Mar iano F . Paz Soldán, compuesto de 45 vols.

y

de la Co!ección Zegarra vini eron a aumentar la riqueza documen–

tal de la Biblioteca, pero t odavía se expP.rimentaron a lgunas mer–

mas, pues, según la Memoria del Director de la Biblioteca, en

1908, el t ot al de los mss. ascendía a 444

y

en 1911, a 449, en tan -

to que al recibirla de manos del Sr. P alma el nuevo Biblioteca–

rio, Manuel González Pracla, ese número se había reducido a 433.

Desde entonces se han hecho nuevas adquisiciones y la sección h::t

ido enriqueciéndose, pe r o nunca podrá lamentarse bastante la

pé rdida experimentada en los días de la guerra. Advirtamos, de

paso, que buena parte de esos mss. procede de los fondos del Ar"'

chivo Nacional. En la época en que éste no se hallaba debidamen–

te organizado, a la Dirección de la Biblioteca se le confió su

custodia; y fué entonces cuando se llevó a cabo una selección de

papeles, pasando a es t a sección los que se juzgaron de mayor im–

portancia. Buena parte de ellos procedía del fondo de Temporali–

dades y as í no es de extrañar que el número de Papel€s de Je–

suitas sea elevado . ·Siguiendo las normas prefijadas en esta pu–

blicación, aquí sólo daremos cabida a los mss . ]!>e ruanos, razón por

la cual no se marav ille el l ector si en las signaturas encontrare

algunos vacíos.