VI
s1on y de acendrado espí r itu cristiano, apenas superado.
til no:>
es, a la pa r , para conocer las cos tumbres de la L ima de en ton–
ces.
A
ella podemos agregar la interesante
Carta del P. Alonso
Fuertes de Hen-era snbre el bloqueo del Callao
por la
arma–
da de Jacobo Clerck,
ll::tmado l'Hermite
en
1624,
en
don le
con pro li jidad
se nos
refieren todos los -incidentes ele este su–
ceso
y nos confirmamos
una
vez
más en lo que
ya
sabía–
mos,
esto e ,
la déb il oposición que se
hacía
a los
ataques
de los piratas, por fa lta de navíos de
guerra
y
e
casa
pr e–
paración ' militar
en los encargados
de l mando
y
la
defen–
sa de nuestras costas.
Esta
carta
inserta además
otras del .
ti empo, en donde se a lude por exten o a hechos contemporáneo .
alguno de ellos ocurrido en México, como el levantamiento con–
tra el
tfarqués de Ge lves .
Por todo esto ella
iene
a
ser un;i
e pecie de crónica del tiempo, rica en pormenore
y
henchida ele
colorido.
De otras no haremo mención, pero bueno . rá apuntar que
para el Derecho Indiano tienen innegable
alor tanto
Ja
Carta
del Lic. Alberto de Acuña, asesor del Conde del Villar
como la
.Suma .de los Capítulos de las Ordenanzas
de Corregidores,
anteriore , a nue tro juicio, a la de Toledo y que
bi
n pudieran
r emonta
e
e a la época del Lic. Castro.
He ahí lo que, animado
el
1
le
eo de cimentar
ob re sólida
base los estudios históricos,
11
mo
realizado.
._
o a
piramos
a
otra recomr en .
a
aqu í abajo,
ino a que e. t
volúmen
·omo los
que le han precedido
ean ele provecho a cuantos
~
de li an al
e tu dio de la Historia Patria.
Rubén Vargas Ugarte S.
J.
Lima,
25
de Marzo de
1940.