grandes esplanadas, Muttuchaka
y
Ri1najpan1-
pa, per1nitían a las muchedumbres llegar has–
ta la línea infranqueable del gran santuario.
Una alta torre cónica se alzaba hacia poniente,
de la cual hoy solo queda el bello cüniento se-·
mic.ircular.
En la especie de meseta
~uperior,
algo co–
n10
el teocalli azteca, es ta..ban los sagrados re–
cintos del Sol, la Luna, Venus, el Rayo, el Arco
Iris
y
la constelación
Onk'oy
o
Chok'e Chinchai
(las Siete Cabrillas) . En los espacios inferio–
res, las habitaciones del sacerdocio
y
del nu–
meroso séquito de auxilia.res del culto. Sobre
una de las terrazas occidentales, el jardín de
oro. E el llano, hacia Pumajchupan, la "kan–
cha" de los anilnale del sacr· ioio.
AJll - a
~.-- ·-Parf, e
ü1Legrante del l(ori–
kanchq, es la. r ide cia .cle . µ_s
Ad
llas o escogi -
das. Su oonj un
se x epdí desde la plaza
~1ayor
hcrsta el ntipan1pa o Uanadc del SoL Es
n1oderna-no inas e cincuenta a sesenta .años,
-la apertura de co1nunicación entre 1'1aruri
y
la pa1.npa del Castillo.
Estos grandes depó:;d tos de n1uj eres conta-
1Jan
con extensos jardines, arbolados, fuentes,
granja de anhnales dornésticos, talleres ele te–
jjdos, fábrica de la sagrada. bebida el akja, et.o.
Las gentilisilnas doncellas seleccionadas en to–
do· el Intperio por altos
y
re.spetables funciona–
r1os que aplicaban cánones ·
estétlc.os1nuy se-
-
'
'