lienzos que historian algunas escenas de la vi-,
da de Jesús, lienzos enmarcados en retablos
artísticos, de cedro.
Al desembocar en
los
altos, se destacan dos
retratos de los benefactores de la Orden: Don Die–
go de Vargas Carbaj al
y
doña U.senda Loaiza y
Bazán, a cada lado de la pueirta que da acceso
a
la sala de recibo. Dentro de esta sala también
hay pinturas interesantes.
Los claustros de los altos son de la misma
disposición y estilo que los de los baj ois. Sus ar–
tesonados , muy desrnedrados ahora, son, asímis–
mo de facturas de mucho arte y valor. Hay al–
gunos lienzos que decoran los muros; como el
Señor de a Columna la Virgen
~n
el Coro,
etc.
La bi liote€a conventual
está n
la galería
del sur Con iene un buen número
volúmenes,
a pesar del incendio que destruyó el edificio y
las
estantería , hace muchos año-s. Allí hay también
algunos cuadros de importancia.
De estas galerías, por el ángulo del norte" se
ingresa al coro de la iglesia. Contiene expléndi–
das
silleras y tallas esculturales de valor. Tiene
dos
órganos coloniales. De aquí puede ascender–
se a la torre o campanario, donde se puede apre–
ciar mejor las arquerías
y
columnatas que
la
f
or–
man,
de marcado barroquismo.
Los claustros que siguen a éstos descritos,
son
los que corresponden a lo
que
llaman
del No–
viciado.
Contienen
bajo
sus
techumbres
y en sus
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