do Eclesiástico, dentro de una_s estanterías.
Contiene copias-os docun1entos sobre la historia
de dicha institución durante la época del colo–
niaje, historia íntimamente ligada con la del
Cuzco.
Benefactores.
Entre . los innu1nerables benefactores que
ha tenido esta iglesia catedral, durante los dos
siglos
y
más de su esplendor colonial, es indis–
pensable recordar los nombres de los ilustres
eclesiásticos Juan Rodríguez de Ribera
y
Die–
go Arias de la Cerda.
El primero, en su testamento celebrado en
4 de octubre de 1631., declara que gastó de
su peculio, así en a fábrica corno en dotar de
ornam'ent os a a Cated
~al,
más de cuarenta mil,
pesos pues dicho sacerdote ejerció por varios
años la direeci ó
e la fábrica de dicho tem-
~
plo.
El segundo, asimismo, ta1nbién por una
de las cláusulas testamentarias, otorgadas en
f
684, manifiesta que gastó otros cuarenta mil
pesosA Además, él mandó fabricar
a
su costa
el retablo de la capilla de la Concepción o de
LA LINDA así co1no las andas de plata de dicha
imagen, fuera de la institución de una capella–
nía de misas en favor de esta iglesia. Obse–
quió también algunos muebles
y
lienzos d.e va-
lor ·para la sacristía.
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