EL CUZCO HISTORICO Y MONUMENTAL
te se conti·nú a via j e por
t oda
l a mar·g·en
d el V ikanota,
rien,do l os paisaj es má s n ot a bles y 1pintorescos; s e pasa por
la p oblaición d e Cal ca, en cu y a s icereanias h ay una a>Cequia
a n t igua que b a ja d el nevado y trae á l a qu ebraid a una bue·
na canti<dad d e a gua . A1imor zan,d o en el p ueblo, se continúa
viaj e
á
Pipisa.cc,donde se llega al atardecer . E n la mañana
t:ig uiente se a sciend e
ai1
Intihu ll!tana, á pie ó á caballo ; es
u n a sub i da empinad a . Se tarda á pie de cin·cu enta
á
s eten ·
ticinco minutos, y
á
caJballo poco m enos. R ecorri d o el In·
ti'huatana y sus cer caníll!S, se vuelve
á
la ipoblación, de d on·
de se sale, d espu és d el a1mu
zo, con dirección al Cuz.co
1
con la seguridad de llegar en la tarde.
L os r estos
arq~eo ~
i
s de P:¡:iísaicc están llec\hos d e si–
llares bi en p ulim enta os y
re~~es.
D iifieren de las otras
.constru ciciones en
u
las de Jl?tpisaoo son de piedras cua–
drangulares. Se
cd.nS·y
davia ¡o
·esto¡¡;: de tres ap osen·
.toi;, tmo 1d e los cu ales serí a el
enuplo. AnteG de llegar á és·
t e, se v e un irumenso bl oqu e de piedra, arreglrudo y tallad o
sobre roca viva, que afecta una forma circular : f u é el
ln–
tihuatana, qu e quiere decir ·donde se amarra eJ sol y seria
. -algo así
c~mo
un reloj ó u na medida -del tiempo. E ste I n,ti–
huataa, como todos los de su cla e, tenia al centr-0 una pie–
dra á man er a d e clavo, generalmente en forma, cilíndrica,
7eanatada en una arg olla, qu e todavía l a vió SquieT, h a.ce
setenta años. La argolla y parte del rupénd:iice de p iedra
.han desrupar ec:iido. E n to da la extensión de la colina h ay mu·
.:hos Tcstos dis:¡:iersos, de ·casas y
.arudenes, y
toda ehla da
~rente,
como 'tod as las fortalezas incaicas,
á
tres qU1ebraidas,
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