1
-_....- 2.6 -
.Santf~hna
Señora Nu.estra, co1,tcebida sht
rnanch(~
de
pecado original) desde el f'r1:mer irt..stante de su ser
natural. .L4 n.¿én.
,
{J..'.
t.
D
" '
Sah-'e, excelsa E1npe1'atriz f ·Ea pues) SefíoraJ nuestra
Del cielo
y
tierra Señora) Abogada e intercesora_,
De lo;S ángeles del1'cia_,
Vuelve a nos esos
(Uf
ojos
De la Tr-inidad custodia. Llenos de
1nz~sericord1~a
..
·~
_P. ¿Cuántas naturalezas hay en Cristo ?
R. ·Dos, divina
y
h.
tu
nana.
P. ¿Cuántas personas? '
R.
Una, divina.
P.
¿Cuántos entendin1ientos ?
R.
Dos, divino
y
hun1~no.
P.
¿Cuántas vQluntades?
R.
Dos, divina
y
hutnana.
P. ¿Cuántas tnen1orias?
R.
Una,
y
hutnana , porque en cuanto Dios, todo
lo tiene presente.
J>.
¿Para qué se hizo Dios hon1bre? ·
R.
Para poder· n1orir por el hon1bre y darle
ejen1plo :
P. ¿Por qué · quiso morir?
R.
Por reditnirnos del
pecad~
y librarnos de la
tnuerte eterna.
P. ¿ Cón1o incurrin1os en ella?
1~.
Pecando Adán, nuestro prin1er padre, en quien
todos pecan1os.
P.
Pues sin n1orir, ¿no
pudo-
Dios hallar otro tne–
clio?
R. Sí,
Padre; pero ' nos convino éste n1ás que otro
alguno.
'·
'