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AUTORES SELECTOS
los otros. Los prim·eros colaterales eran menos
largos, 'luego los segundos ·eran más cortos,
y
-los
teceros .más corito:s,
p.or·que así cortas
1
en mejor el
agua .que no la frente toda pareja,
y
la m-i
1
sma
forma tenían a la popa que a 1a proa. Atábanles–
idos cordeles,
y
por ellos tiraban--para pasarla de
una parte a otra : mu'chas veces a falta de los bal–
seros, los mismos pasajeros t1raban de la soga pa–
ra pasar de un cabo al otro. Aicuérdome haber pa–
sa:do en algunas balsas que eran del tiem:po de los
Incas, y los indios las tenían en veneración.
'
Sin las balsas
ha~en
otros barquillos más ma-
nuables; son de un hace roHizo de enea del grueso
de un buey: átanlo fuertem·ente,
y
del ·medio ade–
lante lo ahusan
y
lo 'levantan hacia arriba como
proa de barco para .que rom,pa
y
corte el agua,
de los do tercios atrás lo van ensanchando ; lo
alto deU
:hace
e~
llano donde echan 1a carga que
ha de pasar. Un indio solo gobierna cada barco de
éstos: pórnes@ a:l cabo
1
de la popa, y écihase de pe–
cho sdbr.e el barco, y l-0s brazos
y
piernas le sir–
ven de remo
y
así lo lleva al am.o-r del agua. Si el
.río es raudo va a sa•lir cien pasos
y
idosci·entos de
-como entró-. Cuando pasan alguna persona la
echan de pechos a la larga sobre el barco, la ca–
beza hacia ·el barquero; mándanle- que se asga a
los icordel·és .del barco, -
y
pegue el rostro con él
y
no levante ni abra los ojos a mirar cosa alguna.
Pasando yo de ·esta manera un irío caudaloso
y
de mucha corriente (que ·en los sem,ej antes es
donde lo mandan, que en los mansos no les da na–
da) , por los extremos
y
demasiado encarecimiento
que el indio barquero hacía, mandándom.e .que no
alzase la cabeza, :ni abriese los ojos (que por s·er
yo
muchacho me •ponía unos miedos
y
aiso
1
mhros
como que se hundiría la tierra o s·e caerían
J.os,cielos), me dió des.eos d-e mi1rar por ver
;si
veía
XXV"'II.
Hace rollizo:
Haz grueso.
/,