Table of Contents Table of Contents
Previous Page  25 / 94 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 25 / 94 Next Page
Page Background

20

AUTORES SELECTvS '

pulgar; y éstos fueron l

a :nación

llamada Poques.

A las naciones Muyna,

Huár.uc

Chfllqui, mandó

que trajes·en orejeras ·h

echas del

junco común que

los indios llaman

tutura.

A la nación Rimaetam–

pu y a sus circunvecinos mandó que las traj es·en_

d·e un palo que en las islas de Barlovento llaman

·Maguey,

y

·en la l·engua general

id

el P·erú se Uama

chuchau,

que quitada la 'Corteza,

e~

meollo es fofo,

blando y muy liviano. A los tres-apellidos Urco.s,

Yucay, Ta·mpu, que todos

1son

el río abajo de Yu–

cay, mandó por particular favor

y

merced que

trajesen las orejas más abi·ertas qne todas las otras

naciones; mas que no llegas·en .a la mitad del ta-

, mafio que ·el Inca las traía; para lo cual les dió

me'dida del tamaño del horado como lo había he–

cho a todos los demás apellidos, para que no exce–

diesen en .el grandor

1

de los horados. Las orejeras

mandó q ·e fue en del junto

tutura,

porque ase–

mej.aban más a las del Inca. Llamaban orej eiras

y

no zarcillos porque no pendían de las orejas,

sino

que and

aban encajadas en el horado de eHas,

como

roña.ja

en la oca del cántaro.

Poques:

"Al oriente -de la ciudad......, mandó (iMan–

co

Capac) poblar, a una y otra banda del camino real

de Antisuyu, trece pueblos. . . .

casi todos o todos son

de la nación llamada Poques". Garcilaso lugar citado.

-

Muyna, Huáruc Chillqui:

"Al mediodía de la ciudad

s·e poblaron treinta y ocho o

cu~renta

pueblos: los diez

y

ocho de

la nación Ayarmaca ...... : los demás pue-

blos son de gentes de cinco o

1

sei1s apellldos, que son: Ques–

picancha, Muyna, Urcos. Quehuar, Huaruc, Caviña." -

Que todos son el

no

abajo

de

Yucay:

Quiere decir: pue–

blos que se encuentran bajando por el río Yucay o Uru- .

bamba que hoy decimos. "Este manantial (del Yucay),

cuando sale de la peña .

Vilcan~ta

que he dicho, es de la

misma manera que agua de lejía, la color cenicienta,

y

todo él vaheando un hum-0 de cosa quem·ada;

y

~sí

corre

largo trecho hasta que la multitud de aguas-' que entran

en él, le apagan aquel fuego y humo que saca de su prin–

cipio" Acosta. H1st0ria natural de Indias. L. 111. cap. 20.