Table of Contents Table of Contents
Previous Page  220 / 430 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 220 / 430 Next Page
Page Background

166

HORACIO H. URTEAGA

construídos al mismo tiempo, y que la diversidad de caracte–

res arquitectónicos, apenas puede mirarse como impuesta

por las necesidades del momento o como un capricho de los

artífices. Esta última teoría, que está reñida con la evolu–

ción natural del arte, desconoce las razones que una obser–

vación atenta desprende de los restos monumentales.

" Mi–

rados en conjunto, dice Wiener, es fácil constatar un pro–

greso continuo y gradual, ya bajo el punto de vista artísti–

co, ya bajo el punto de vista técnico. En efecto, desde el

muro megalítico, con soluciones de continuidad tan nume–

rosas, hasta el muro del pequeño aparejo ciclópeo, con ajus–

tes tan minuciosos, desde

las paredes ásperas y arruga–

das de éstos, hasta las pulidas como el mármol del templo

del Sol en el Cuzco, hay un progreso artístico bien pronun–

ciado. De otro lado, estos progresos eran lentos y penosos;

al contrario los aparejos del tercero y del cuarto grupo, ( se–

gún la clasificación del autor de la cita ) , realizan, eviden–

temente, un progreso técnico, la rapidez de la construcción

prevalece sobre la belleza. En estos últimos, el artífice no

se preocupa más que de la facilidad de la construcción y de

la solidez relativa, que sin rivalizar con los inmensos traba–

jos ciclópeos, presentan garantías suficientes de seguridad

para el habitante y de duración para el edificio". ( 4).

Esto no quiere decir que, de modo absoluto, pudieran

excluirse estos estilos en monumentos hechos en la misma

época; no es imposible que imperiosas necesidades, y tal vez

lujo de ornamentación

o prácticas

religiosas, obligaran a

yuxtaponer estos tipos de construcción; pero, en todo caso,

sería la excepción y no la regla, y mostraría una reversión

en las leyes de la evolución del arte, que va de lo irregular

a lo geométrico, de lo pesado, tosco y útil, a lo ligero, deli–

cado y elegante. Lo natural y humano es suponer el aban–

dono de formas arcaicas, en las época en qu e mayores ade–

lantos y facilidades nuevas ponen la indu tria humana en el

caso de ahorrar tiempo y esfuerzos.

La identidad de estilos arquitectónicos en los edificios

del antiguo Perú, nos dicen bien claro de esa antigua domi-

(4).~Wiener.

Perou et Bolivie,

pág.

480.