-1rn-
nm~ rfr,
µorque
infüí.ndost: le el
vien –
t re re vienta
como
una
vej iga llen a
de
nin~.
En sus·
agonías
prorrumpía en las–
timeros
~yes
i
tiernas
imprecaciones,
que
el
eco
repetía:
¡
Huachué1,
huélchuél
el e pata
colo–
rada!
todavía m e
hin rn n
las
uñitas ·
de
lo s paj <1ritos
j~iy,
ay!
me
pur.zan
la s
picrn:1 s
de
los
¡n1jaritos!
Hermoso apólogo que
no ~
enseña,
que nn nca dcbtlll OS
<.jcrcitar vengan–
~a,
i
que la cólera
e~
rnui
mal a
consc–
JCra.
-
La cuculí agradecida
n os
muchachos
de
mala
índ ole, a–
costumbrados
á
martirizar
á
los .ani–
mal es, fuga ron del
hogar,
ll evnn_d t)
consigo
al
menor
de sus
hermano s
con eng:üios
i
halagos.
en la esperan–
za de librarse d el
trnbajo
de
la
clrn–
cara
i
ele ayud a rá sus
nncianos
pa–
dres, viviendo en la vagancia
i
ocio–
·idad.
Viajaban
á
t od a
prisa
temerosos
de que ks dieran alcance,
i
coléricos
por
no
poder alargai·
las
j o rnadas
corta.
que
hacían
á~causa
del
chic11c–
]o
siempre retrasado.