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Oy1)lo el pobre; lleno de aflicción
por el desprecio qu e <l e el hacia su
hl.•11111a110,
decidió' ab a ndonarlo
i
st:
fué
como de costumbre cn lrnsca de
clzicélsh,
ú11ico alimento con
el
cual
sustentaba
á
su familia .
Deeli
vosc en la puna
ft
desea nsar so–
bre una eminencia, lamcnt{111close de
su mala fortunél, cuando oye que esta
le hablaba, consolándolo é iudicán- ·
dolc siguiera un camino que
le
conclu–
ciria
a
una gran cueva
i
que llamara.
Sigui<> ·las irn1icacioncs de la peña
hasta la cueva, donde encontró un
anciano venerable, que le die) una
pic<lrn, dic!éndole que se regresara
con ella, sin desprenderse nunca.·
Caminaba de fffÍsa, pero una noche
lóbrega le impidio proseguir su m:::.r–
cha: busc6 refugio en una cueva,
para pasar
la noche, con
su
pie–
dra
á
las espaldas. Le era imposible
conciliar
el
sueño por el hambre i el
pesar; nuevamente qw:.jábase de su
fatal destino, cuando dormitando <.:s–
cuch6 este diálogo entre la peña, la
puna
i
la pampa.
Preguntába)c la
puna
a
la prña,
porqué llorab¿t ese hombre.
-- El
pobre llora porque su herma–
no rico lo ha despreciado.