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po r
' ía d e
l
rólogo,
amos
á
decir
pocas palab ras. -
U no d
los estLdi os,
·á
~
que, ll evados de nuestra inclinaci ón natural,
~
nos hemos dedi cado co n mayo r constanci a,
ha sido
el
de la Prehi storia ecua tori ana, sobre
la cual h emos p ublicado ya ala-un os trabajos.
El estudi o de las razas indígenas, qu e po–
blaban anti guam nte el territori o de las p rovin–
·cias, que fo rman ahora la R epúbli ca
el
1 Ecua–
dor, es muy difíc il, por la fa lta casi absoluta de
medios pa ra hace rl o co n probabilidades de buen
éxito.
L as noti cias que clan los esc ritores anti–
guos son no solamente e casas sino contradi cto–
rias : no estuvieron b ien informados, sus datos
son vagos,
y
un a credulid ad depl orabl e los ha
inducido
á
acep ta r mu chas fábulas
y
tradi cio–
nes históricas des titu ídas de fund amento; por
lo cual,
el testimoni o de los escritores antiguos
debe ser examin ado
liligent mente
y
sometido
al cri sol <le un a crítica severa.