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l>E LAS SALINAS.

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al

rio.

El

Adelantado se armó de sus armas, mandando á los

alféreces que toviesen las banderas en sus manos, é que toda

la gente estoviese armada é aparejada para lo que se hobiese de

hacer,

y

Rodrigo Orgoñez, con los ochenta de á

cabal!~

asó

el rio por aquella parte donde estaba el capitan Juan Perez de

'huevara; con el Adelantado estaban sesenta de á caballo,.para,

l,négo que sintiesen que Orgoñez había pasado el rio, arre–

mete!' luégo.á tomar la puente, que de la otra parte la guar–

daba Gomez de Tordoya. Yendo pasando el rio, mandó el Ge–

neral Rodrigo Orgoñez que dis arasen

u~~!S?S 9,.~e ~-ª­

bian sacado de la ciudad del Cuzco,

é

como oyeron el ruido,

~n esp3ñüideTo;~~staban

de la parte de Juan Perez de

Guevara,

di~iendo:

«pues cómo, ¿piensan que por ser de

noche nos han de toma1· durmiendo?» poniendo una jara en Ja

ballesta, la soltó hácia la parte que vió que el agua hacia

· mayor ruido, é de ventura, no porque él tov_iese puntería

cierta, acertó á uno de los de Chile é le hirió malamente,

é

como vido el súpito golpe de Ja saeta, dijo á grandes voces:

«pese

á

tal, que no es éste de los que han firmado de mos–

trarse de nuestra parte». Rodrigo Orgoñez daba grandes vo–

ces, que poniendo los cah>allos el pecho al agua pasasen con

la mayor pres.teza q"ue pudiesér{. 'Juan :Péé"ez ""de G'uevara co–

menzó

á

éleéir ': «ea, caballeros' juntémonos todos é resista–

mos

á

nuestros enemigos». Corno aquel rio sea tan crecido

é

lleve tanta furia , no podían creer que los de Chile hobie–

sen pasado,

é

más siendo de noche haciendo tan escuro;

y

andaba entre todos gran turbacion. En esto, con muy gran

trabajo

é

no poco peligro, habían algunos de los de

á

caballo

pasado

á

la otra parte,

é

queriendo Juan Perez de Gue–

vara ·ponerse en defensa, le dieron un picazo ·en el muslo.

Entre todos

l ~s

indios

é

negros de los españoles habia tan

grande tumulto, que no ·se podían unos

á

otros entender.

Alonso de Al varado, que por el gran ruido

é

estruendo babia

conocido los

ene~igos

estaban ya de la parte del rio , se

vino hácia la puente para juntarse con Gomez de Tordoya;

é

porque este recuentro

fué

tan confuso,

y

estuvo la gente de