IJll LA.S SALINAS.
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CAPÍTULO XC.
De
lo.
que más fuJ .hecho por Gonzalo Pizarra,
y
de cómo don
Mm:tin de Guzman vino 'del Cuzco por mandado del Gobernador,
y
de ·cómo asinii'smo IÍerriando..Pizarra, sabido lÓ que pasaba, .
volvió
cí
jimtarse con
.
Gonzalo Piza.rro
e
los demas
españoles.
Desbaratados los indios por Ja manera que habemos dicho,
é
habiéndoles los cristianos dado uo· buen alcance, los que
escaparon, espantados de lo que habian visto é muy teme–
rosos, se derramaron por los pueblos, yéndose cada uno
á
su
tierra con voluntad de no volver más
á
otra contienda seme–
jable
á~z~o
supo cómo en el valle de
Pocona había alguna cantidad de gente que venia
á
dar favor
á
los que ya habian sido vencidos, é luégo mandó al ca pitan
~
-
1..-:
'c..-..,
Garcilaso de la Vega que fuese con veinte de
á
caballo
é
diez
rodeleros á ver si era cierto,
y
si lo fuese que procurase de
los desbaratar. Garcilaso salió con los que habia de
ir,
é lle-
gado
á
Pocona se vieron cantidad de mil indios que venian á
lo que ya hemos dicho, los cuales, como mirasen por la parte
que los cristianos venían
é
conociesen cuán pocos eran, aba-
jaron
á
lo llano pareciéndoles que fácilmente los podrian ma·
tar
á
ellos é
á
sus caballos;
19
cual fué mal pensamiento,
porque los
cristia~os,
como los vieron en lo llano, hiriendo
á
los caballos de las espuelas, arremetieron para ellos, é de tal
manera se hobieron con ellos que·1Hllaron
á
más de cuatro-
cienlos de ellos; los otros, viendo el estrago , dando granJes