DR LAS SALINAS.
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~se ~en
quisto, temiendo que por ir en desgracia de los
suyos, si allegasen
á
estar cerca unos de otros, se pasarían á
Al varado
é
lo dejarian
á
él, por evitar este daño que para él
tenía por muy grande, de industria mandó dejar el camino
que llevaban é volver por otro más allegado
á
la parte orien–
tal, tan áspero
é
lleno ge montañ.a que los caballos por él
no podian andar, é hallaban rios muy grandes, é despobla–
dos, sin topar con nenguna comida. Los españoles decian
unos
á
otros que eran mal acordados en seguir
á
un hom–
bre de tan malas mañas como era aquel, que
nun~!
pitan que fuese mal cristiano pudo acertar nenguna cosa,
y
l
así
iban ya todos muy descontentos;
y
despues de haber
andado siete jornadas por caminos tan dificultosos, allegaron
a
una sierra tao áspera que por ella no podían pasar. Allí
asentaron su real,
é
determinaron de enviar
á
buscar comida
con algunos españoles
é
indios de servicio, mas aunque por
muchas partes procuraron de la buscar no hallaron nenguna
co a, é como vol vieron al real los españoles desmayaron por
ver que no hallaban bastimento.
Mercadillo
~u
y
temeroso, metiéndose con las guias
é
in–
térpretes que llevaba en su tienda
é
con solamente dos epa·
ñoles que en su casa iban, les habló preguntándoles si po–
drían por ventura por allí pa aré dar en las regiones de que
llevaba noticia , que eran uoas provincias muy grandes nom–
brad as 1 caicinga; los indios que en ellas vivían eran grandes
de cu rpos
é
tenían las narices ra gadas por las ventanas,
é
por
tenerla de aque la suerte los llamaban Iscaicinga, que quiere
d cir do narice . La guías
é
lenguas respondieron, que cosa
irnpo ible sería poder atravesar tan grandes montañas como
babia por aqu lla parte para ir
a
salir adonde él decía
1
é
que
i por allí porfiaba á entrar, que moririan sin nenguno e ca-;–
par con la vitla. El capitan Mercadillo, por no volver atra ni
ir hácia la parte donde e taba lon o de !varado, no tenia
voluntad de deja r de pro ·eouir por aquella parte aunque u–
pie·e que todo lrnbian de per e r; co a
á
mi ver mu
1
temo·
rari . Puc viendo un e pañol , que babia por nombre
Caz~-