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dejó de haber en ellos algun ser
é
denuedo <leJ que· suelen
tener
é
mostrar los españoles, porque luégo tomaron sus ar–
mas. Mango Inga
veni~
ya ju.nto
á
eHos y echó una ala de
sus indios para con ella cercar
á
los cristianos' teniendolos en
muy poco por verlos sin caballos
é
por traer:les gran ventaja
por estar en lo alto, desde. donde luego comenzaron
á
arro–
jarles muchos tiros de dardos
é
flechas; Villad'Íego soltó el
arcabuz,
é
con la pelota mató un inéfio,:.é. áunque los cl'istia–
nos con _los otros arcabuces
é
ballestas matai:on algunos, · no
pudieron hacer huir
á
l~s ".d~~as,
ágtes, encarnizados en
ellos, con un súpito arremetimiehto
é
con g'ran grita, arreme–
tieron
á
Villadiego,
é
con uri baston le qu.ebráron el ·.h1:azo.
Mango Inga con el caballo abajó
á
los cristianos, é anduvie–
ron peleando unos con otros dos horas _,
é
por
~star
"!os cris–
tianos ta"n cansados
é
calurosos, no peleaban: como
e~
otros
tiempos semejan.tes que éllos se babian visto;
é
muy ' cruel–
mente fueron pov los indios veinte é cuatro muerto,s,
y
·entre
ellos Villadiego , despues de lo haber hecho bien, porque pri –
mero que le quebrasen el brazo mató tres indios, é despues
de quebrado nunca le vieron hacer nenguna flaqueza, hasta
que, de Jos muchos golpes
é
heridas que le dieron, cayó
mue.rlo en tierra. Seis cristianos escaparon solamente de es- -
tos treinta, los cuales, por ser ligeros
é
por salvar las vidas,
anduvieron tanto que _llegaron donde estaba el Fator;
y
aun–
que su diligencia de ellos fué mucha, no bastara si no fuera
por los indios amigos , que, encima de sus hombros
y
en ha–
macas, los pusieron en el real del Fator. El Inga, luégo que
hobo muerto aquellos españoles,
á
muchos de los indios ami–
gos que iban con ellos mandaba cortar las manos,
é á
otros
las narices,
é,
por el consiguiente,
á
otros hizo sacar los ojos;
y
envió algunas cabezas de los cristianos al valle de Viticos,
donde él tenía su asiento, enviando
á
mandar
á
los indios
que allá estaban que viniesen muchos de ellos, porque si
más cristianos viniesen para ellos los pudiesen matar.
Pues sabida por el fatoi· Illan Xuarez de Carabajal Ja des-·
gracia acaecida , mu cho
fo é
lo que le pesó,
y
en gran manera