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GUBRRA

de Al varado; que seguramente se estaba en Aban?ª Y,"

é

que

dió luga'r

á

muertes de hombres

é

á

que vm1esen.

~n

rompi–

miento de batalla, de que Dios nllestro Señor

y

S. M. eran

muy deservidos. Otras causas t;imbien le puso (que nunca el

vencedor deja de hallar al vencido para condenar),

y

por.ellas

le dió Ja

mue~·te,

segun que luégo diremos. Hernando Pizarra

industriosamente hacia entender que su deseo no era de lo

matar, é para que creyesen que era así, no embargante que

en su pecho ya el Adelantado estaba

condé~ado,

le mandaba

proveer de cosas delicadas que comiese; por estar ·como

ei.:.

taba tan debilitado de la enfermedad que tenía; é así le llevaba

vino

é

conservas

y

otros regalos; é le erivió

á

decir que de

qué manera le parecía que iría mejor

·á

verse con el Gober–

nador, en ·unas andas

ó

sentado. en una silla. fü.

Adela~tado.,

creyendo que Hernando Pizarra le decía . en aquello verdad

muy contento

~espondió

que le hiciesen una silla,

y

en ella

puestas unas varas algo cumplidas para en que fuese, porque .

él iria sentado en la silla mejor que en andas , y que -en vién–

dose

~on

el Gobernador D. Francisco Pizarra, su hermano, no

habría entre ellos nin gun rencor. En este tiempo ·le llegó la

nueva

á

.Remando Pizarra de la conjuracion que contra su

persona venia hecha en el real de Pedro de Candía, é mirando

que babia en la ciudad del Cuzco muchos que tenian los áni–

mos dañados é las voluntades prestas para le

hac.er

alguna

injuria, é que Diego de Urbina é otros principales murmura–

ban de él en secreto,

é

mostraban habel'les pesado con la pri–

sion del .Adelantado; pareciéndole que, si lo queria enviará la

ciudad de Los Reyes, los de Chile que andaban derramados

saldrian á le libertar, é matarian

á

él é al Gobernador, su

hermano,

y

que si se iba ·del Cuzco

á

sosegar lo que tenian

pensado en el real de Canc;:lía é lo dejaba en él, estaba·cierto

que los que estaban en Ja ciudad moverían para sacÚle de la

prision; para librarse de estos miedos,, é por excusar los

daños que podrían resultar, segun él decía, mandó cerrar el

proceso

é

condenóle á muerte, Tambien ponen culpa al Go–

bernador de esta muerle,

é

lo tienen por remiso, pues

es~uvo