Table of Contents Table of Contents
Previous Page  361 / 484 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 361 / 484 Next Page
Page Background

Dll LAS

S~LINAS.

349

Pizarro,

é

soltasen de la prision en que estaba al Adelantad o

D. Diego de Almagro, pues sabian ser un señor tan valeroso é

de ánimo tan generoso que les gratificaría tan gran beneficio;

é

que si esto le parecía que se hiciese, que babia de ser ocul–

tamente, sin que Pedro de Candía lo pudiese entender: Vi–

Jlagran estovo en lo que le dijo Mesa. Como Candía era hom–

bre de poco entendimiento, parecí.ales que, para poner en

efecto su propósito, le habian de hacer entender que convenia

que todos se fuesen á la ciudad del Cuzco

á

verse con Her–

nando Pizarro, é pedirle de nuevo provision para poder en–

trar por el valle de Caraba ya; é luégo lo trataron con Candía,

el cual, creyendo que no había ningun fraude en sus dichos,

les respondió que bien le parecía la ida del Cuzco pues

es~

taban tan cerca dél. Luégo l\lesa por una parte,

é

Villagran

por otra, andaban invocando

á

algunos que veian estar que–

josos de Hernando Pizano

á

que los siguiesen , poniéndoles

por delante el gran provecho que se les seguiria dé soltar al

Adelantado D. Diego de Almagro de la prision en que estaba,

é

que Hernando Pízarro les tenía bien merecida la muerte

pues les

e~vió

á

morir en aquellas montañas que habían pa–

sado;

é

como la gente del Perú tenga necesidad de poca

exhortacion para los atraer

á

cualquiera invencion que les ha–

gan. muchos hobo, así de los de Chile como de los de Pacha–

cama, -que prometieron

á

los autores de los seguir é ayuuar á

conseguir lo que querian. Y el capitan Villagran mandó hacer

alarde de la gente que tenían , é hallaron pasa.dos de trescientos

españoles de á pié é de

á

caballo,

y

entre ellos más de cien

arcabuceros

y

ballesteros; é al ignorante Candía hacíanle en–

tender que sería cosa muy acertada ir todos ::ipercibidos con

sus armas , porque Hernando Pizarro los tenga por buenos

capitanes.

É

l\lesa, buscando salitre , luégo hiz? pólvora para

los arcabuces, é mandaban hacer picas para los que no te–

nían arcabuces é caballos;

é

si no se tardaran tanto tiempo

ciertamente ellos salieran con su inlencion.

Partido, pues, el Maestre de campo Juan Quijada, an–

duvo hasta que llegó

á

la ciudad del Cuzco, é dió cuenta

á