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GUERRA
carnes.
É
Villahoma, viendo la determinacion del Inga, cre–
yendo que por ser ministro del demonio,
é
gran sacerdote,
sería tenido en gran veneracion ,
é
que todos le ternian res–
peto
é
le guardarían el antiguo honor suyo, determinó de no
desterrarse de la region del Cuzco,
é
no quiso ir con el Inga;
el cual, como -ya determinadamente pensase lo que decimos,
áun no era salido de aquél río Rodrigo Orgoñez, cuando jun–
tando su gente, la que con él había de ir, les dijo que ya
que sus dioses habían querido que Jos cristianos, sus enemi–
gos, los hobiesen superado
é
metido debajo de su poder el
imperio dé los Ingas Yupangues, sus pasados, que se fuesen
á
meter en las provincias más interiores de los Andes, adonde
podrian vivir seguros de que no los acabasen de destruir,
é
hobiesen en su poder su persona, que era lo que ellos más de–
seaban. Los indios
é
más principales orejones, que allí al pre–
sente estaban, alegremente oyeron á Mango Inga,
é
luégo se
aparejl"\ron para ir en voluntario destierro en aquella parteé -
provincias que arriba hemos dicho,
é
no sin gran nfliccion de
todos ellos acordándose de los placeres
é
deleites que habían
tenido en el Cuzco
y
en las más partes de este reino. Llevaba
Mango Inga muy gran cantidad de tesoro,
é
muchas cargas
de rica ropa de lana delgada
é
muy vistosa ;
é
con todo ello
se metió en los Andes é allegó
á
Viticos, donde hizo su asiento
en la comarca que tiene agora la ciudad de Guanuco. Hay
grandes provincias é muchos indios, é andaba hecho tirano un
Villa topa , de linaje de los Ingas, é babia juntado á sí muchos
Qe los orejones,
é
obedeciéndole por ca pitan andaba maltra–
tando
á
los naturales é arruinándoles sus pueblos.
É
dejando de hablar en esto, diremos agor.a lo que le su–
cedió al capitan Pedro de Candía despues que el capitan Gar–
cilaso de la Vega vino por mandado de 1-Iernando Pizarro
á
Paco tambo. Pedro de Can día, habiendo estado mes
y
medio
en ar¡uel valle é proveídose de las cosas necesarias, lle vando
algunos naturales de aquella comarca para que le guiasen por
dónde babia de ir, anduvo hasta llegar á la espesa é muy
granuísima cordillera de los Andes,
é
halló el camino que se-