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gunos de ellos que por todas partes mirasen si podian ver ve–
nir algunos españoles de hácia el valle de Lima
é
Caxca, y
como Gonzalo Pizarro
é
Diego de Rojas con los españoles ve–
nían -ya cerca, vuelven á toda furia á; dar aviso á Orgoñez
dello, y como lo supo, creyendo que debian de ser más de los
que
á
la verdad eran, dijo
á
los de
á
píé que allí con él esta–
ban, que, desviados del camino
é
por: lo más fragoM de los
cerros, se vol viesen
á
lo alto
d~
Guay tara,
é
á
los de
á
caballo
mandó que, vueltas las ri"endas, se diesen priesa
p~ra
que no
fuesen alcanzados de los enemigos
é
cogidos. Ellos lo hicieron
así,
é
Gonzalo Pízarro
é
Diego de Rojas, como viesen la gente
de
á
caballo, ponienqo las piernas
á
los suyos los herían con ·
las espuelas con muy gran deseo de los poder alcanzar; mas
aunque
~u
hervor
é
apresuramiento
fué
mucho, Rodrigo Orgo–
ñez, sin perder·uno de los suyos, se . pudo salvar: pero por
ir con recelo de que los enemigos eran muchos no recogieron
enteramente la gente de
s~rvicio, .y
el bagaje lo perdieron todo
y
lo tomaron Gonzalo Pizarro
é
los que con él venian. Visto
por Diego de Rojas
y
Gonzalo Pizarro que no podian hace1·
ningun daño en los enemigos, 'se volvieron
á
su real
é
dieron
cuenta de lo que babia pasado con los de Chile.
Hernando Pizarro é Alonso de Alvarado dijeron al Gober–
nador que sería cosa acordada enviar algunos hombres ligeros
que estuviesen en emboscada sin hacer níngun ruido, y si vi–
niesen
corr~dores,
que los pudiesen prender para ser avisados
de lo que Almagro intentaba de bac<ilr; pareciéndole bien al
Gobernador lo que los capitanes decian, les respondió que en–
viasen ellos los que quisiesen,
y
del arte que
á
ellos les pare–
ciese que podían ir; é haciéndolo as[, enviaron hasta veinte
soldados de á pié,
á
los cuales 1J1andaron que se pusiesen en
una encubierta que estaba en la sierra, porque el capitan
Francisco de Chaves cada dia
ma.~daba
que saliesen españoles
á correr el campo hácia la parte de Lima é Caxca,
y
mirasen
si por venLura las banderas de los Pizarros venía n bácia ellos.
Pues yendo los que enviaba Hernando Pizarro para ponerse
en emboscada, mandó el ca pitan Francisco de Cha ves
á
dos