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GUERRA
CAPÍTULO LI.
De las cosas que mds pasaron entre
el
Gobernad01· D. Francisco
Pizarra,
y
Hernando Pizarra, su hermano,
y
de cómo se quedó,
y
de cómo tornaron
á
requerir al Adelantado con la provi·sion que
trujo Peranzures.
Hernando Pizarro estaba contento con pensar que breve–
mente podría
ir
contra los de Chile;
é
porque su causa fuese
justificada,
y
los que estaban en el real del Gobernador cre–
yesen que su deseo era de ir
á
España
á
llevar el tesoro,
quieren decir que le habló para que tornase
á
mandalle se
quedase, é así mandó llamar
á
un escribano, é tornó
á
reque–
riré mandar públicamente
á
Hernando Pizarro que no se fuese
por ninguna manera
á
España,
porqu~
para llevar el oro se–
guramente había de venir armada,
é
que miéntras él daba
aviso
á
S. M. que la mandase enviar para que pudiese ir se–
guro de corsarios, tenía lugar de servirle en esté reino, pues,
sin esto, de presente no había navío en el puerto de Lima en
que pudiese salir; por las cuales razones de nuevo le tornaba
á
requerir en nombre de S. M. no saliese del reino hasta que
se lo tornase á mandar.
É
pareciéndole
á
Hernando Pizarro
que bastaba lo hecho, mostraba desplacerle quedarse,
é
así
respondió al Gobernador que no tenía otro deseo sino servirá
S. M.,
é
viendo Ja necesidad que tenía de su persona para le
ayudar en la pacificacion de estas provincias, hasta que estén
asosegados los indios, él estaría,
y
que para llevar el tesoro
á
S.
.M .,
si lo quisiese enviar, se hall.aria persona de toda con-