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GUERRA
CAPÍTULO III.
Cómo el Gobernador D Francisco Pizarra salió de la ciudad de
Los Reyes con más de cuatrocientos españoles caminando
.
por el camino maritúno y va
á
la ciudad
del Cuzco.
Como se extendieron las nuevas por este grande Imperio
de las Indias de la rebelion de los· indios,
y
haberse todos al–
zado contra los españoles que residían en el Perú;
y
sabiendo
que la ciudad del Cuzco estaba cercada,
é
lo mesmo la de Los
Reyes, de todas partes se movieron
é
acudió mucha gente
á
los socorrer;
y
en España, Peranzures <lió la nueva de ello al
Emperador
y
á la Emperatriz. Adelante cuando el discurso de
la obra diere lugar, contaremos lo que hizo en España
é
lo que
negoció,
é
pondré las cartas que de S. M. trajo para el Goberna–
dor. Entre el socorro que de todas partes vino
á
este reino, fué
Diego de Funmayor
y
el capitan Pedro de Vergara,
é
trajeron
más ele doscientos cincuenta españoles, los cuales vinieron de
la Isla Española, adonde al prese.nte era Presidente por Su
l\Ia–
jestad Alonso de Funmayor;
é
sabido por él
é
por los Oidores
de aquella Audiencia del grnn trabajo en que los indios del
Perú habían puesto al Gobernador D. Francisco Pizarro, segun
que Berrio los babia informado,
y
deseando serv ir
á
S. M.
y
socorrer á los cristianos del Perú, pues eran sus vasallos, hi–
cieron aquella gente,
y
proveyéndoles de lo conveniente para
que pudiesen venir sin necesidad, nombrando por capitan
á
Diego de Funma) or, hermano del mismo Prcsiclente,
y
es-