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{;UERRA
hieran tomado el despacho que traían,
é
que se viniesen luégo
para él, diciéndoles que mucho se babia holgado en saber que
fuesen ellos los que venían. Con esta determinacion se con–
cluyó aquella consulta, saliendo luégo el fator de la ciudad,
con dos acémilas cargadas de conservas, vinos, é otros re–
frescos. Porque con la venida destos mensajeros no se recre–
ciese algunas disensiones en la ciudad , ó con las palabras de
algunos dellos se dañasen los soldados
é
negasen la ayuda que
con sus personas darles querian , con acuerdo
é
parecer de los
capitanes, el Gobernadot' determinó de salir de la ciudad sir:i
llevar más que veinte de
á
caballo que le fuesen acompa–
ñando.
Pues volviendo
á
los mensajeros de Almagro, despues que
les hubieron tomado los despachos que traian, les quitaron los
caballos proveyéndoles de mulas en que fuesen; iban muy
sentidos en que así les hubiesen salteado
é
tomado lo que
traían, siendo mensajeros, que tan preeminentes suelen ser en
toda parte que Ja milicia se guarda con rectitud.
É
les dijo _
Alonso Alvarez que se aparejasen, porque luégo se partirían á
la ciudad de Los Reyes;
é
aquel día fueron á Chilca
á
dormir,
é tuvieron tal industria, que sin ser sentidos escribieron una
carta al Adelantado,
y
le hicieron saber lo que con ellos se
habia usado ,
é
del arte que los llevaban. Despues que hobie–
ron escrito esta carta la dieron á un indio de Nicaragua, del
padre Segovia, para que la llevase á la ciudad de Almagro
é
la diese al Adelantado, y el indio les ofreció que con diligen–
cia baria lo que le mandaban. Pues partiéndose de Cbilca, ca–
minaron derechos á Lima é vieron venir dos de á caballo, é,
como cerca dellos llegaron , conocieron que era ·el fator con
un criado suyo;
é
de que se juntaron con él les dijo
á
lo que
venia,
é
lo que el Gobernador le mandó , é llegadas las acé–
milas comieron é holgaron. Partiéndose, desde
á
poco llega–
ron á Pachacama, adonde el Gobernador les envió á mandar
que no partiesen de allí aquel dia; y estando en esto vinieron
Francisco de Godoy
y
Hernan Ponce de Leon
1
los cuales ha–
bian salido de la ciudad con el Gobernador, que ya quedaba