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acudiera toda. cla e de gente peligro a, bar
a- ·
t eros, matones, los holgazanes lujosos, frailes
sin pudor,
y
sin
fren~,
n1ugeres de mal vivir ,
hombres impacientes de improvisar una fortuna
por buenos ó malo medios.
1
desasosiego, que la
fermentacion de tale pasione había de producir
en lugares, donde por falta de autoridad re petada
la única ley era la fuerza,
agregó pronto la
rivalidad de bendo.,; y no tardaron en presentarse
en Laicacota al terminar el reinado de Felipe IV
los desórdenes
ue había lamentado Potosi, en
su advenimiento al tron .
1-Iabiendo s·do e pu sado:s
hombres perdido
ue no
eimian
' lii justicia,
hallaron
:a
aco
0
':i
m
í~udente
en el corre-
.gidor de la Paz-.
e-unidos en aquella ciudad con
los mestizos mas turbulentos, dieron inuerte
á
su
favorecedor y
á
otras varias per on· s al mi mo
tiempo, que aqueaban alguna c_asa . Luego en
forma de tro a regimentada se dirigieron al rico
a ien o
on banderas despl gada . La alarma
era grande
y
lo riesgo no pequeño . Toda quella
vasta region estaba
sguar necida; bundaba
allí la gente inquieta ;
y
era de recelar que lo
mal considerado me tizos e alzasen contra el
gobierno, arrastrando
á
la inísera grey de los
indio . Pero el orregidor de Chuc ito que habi
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