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LA AUDIENCIA.
principios del siglo habían principiado
á
figurar
en Potosi, , en pocos año
se en eñorearon del
asiento. Su:y o eran ca i todos los ingenios, suyas
·1as rica tienda , uyas los principales fincas de
la ciudad; y todo el giro estaba pendiente de su
eré ito. Hechos millonario , in haber adquirido
mas cultura, llenrtban el cabildo y los principales
puesto del gobierno por solo el ascendiente de la
opulencia, sin cui arse de hacérsela perdonar
antes provocando envidio as c6ler"as por la osten–
tacion é insolencia. Los demas espanoles, ·ha–
ciendo causa comun con los criollos, resolvieron
negarles la
s
b.ijy
her.romt_s,
y aun
amenazaro
111u r e
á
o
G>
el
que les sumi-
nistr ra v·
. 1ed'an o e una p rte resolu-
cion tan ho til
ele
otra p rte lo medios de
re i tirla , se hicieron lo
encuentro
111a
co–
munes y inortíferos. 1fin se pen
6
en arrojar de
Potosi
á
viva fuerza
' todo
los
a congado
principiando por n1atar
á
los que entre ellos te–
nían inejor entada 1 reputacion. de valiente .
Fueron asalt d s algunas ca as, cuyos morado–
r s, bien preparado
contra el te1ni o ataque,
dese r aron su arn1a con gran estrago de lo
agre ore . Un herculeo vascon<::;ado aco1netido por
numero a
r1
ndi ll a, se defendió larg
hor s con-
.
\
tr
todos ellos, y al caer herido de muerte habia