Table of Contents Table of Contents
Previous Page  75 / 344 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 75 / 344 Next Page
Page Background

57

de diez pasos, y en aquella doblaua la vna cerca

sobre la otra, a manera de rebellin, de suerte que

era malo de passar auiendo quien lo deffendiesse.

A tanto, que solos seis taxcaltecos esperaron a

seis hombres de a cauallo que auian entrado por

el rebe!Ün, y l<;!s mataron dos cauallos, de dos

golpes de espada, que traen a su vsan<;;a, que se

affirma por verdad que el vno de los yndios cor–

to cercen de vn golpe el pescuezo del cauallo con

las riendas, y la cabe<;;a cayo en el suelo

(1) .

E~

este lugar tuuieron los .españoles grandes r ecuen–

tros

y

batallas con los taxcaltecos, porque no pa–

sassen mas adelante, teniendo entendido que los

xpia~os

venian en favor de los mexicanos, y assi

pelearon en vezes con mas de ciento y quarenta

mili yndi os bien armados a su manera y usan <;;a.

Las espadas que los y ndios mexi canos y taxcalte–

cos vsauan nu eran de hi erro, ni de otro metal

alguno, sino unos palos mu y rezios de roble o de

enzina, bien labrados a manera de espadas, con

sus .manijas, y en los filos

y

corte dellas ponian a

la

larga vnos dientes muy rezios de pedernal.

como diamantes, o de nauajas negras muy cortan–

t es, las quales apegauan con vn cierto betumen

muy pegajoso, que eran bastantes a cortar de vn

golpe vn pescuezo de vn toro, quanti mas de vn

( r)

L os

que

entraron por el rebelt'n fuer on Juan de

-Garnica, L orenzo Juarez, Alonso de Cab1-era, Alonso de

Fuensalida y otro.

(Nota ma rgin al.)