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fin el hizo otra buena ceguera como las passadas,
aunque algunos de los theni entes y afficionados
del tira no no lo hi zieran porque tenian vn Gonc;alo
Pi.<;arro metido en el corac;on por el y nteres que
pretendian auer del. Mas empero si el fuera y su-
_, biera a rriba, se a l<;a r a n luego en s u fa bor todos
s us seruidores, que cierto tenia muchissimos en
muchas y diuer sas partes, que er an muy leales va –
sallos de Su Magestad; de manera que .este ardid
no le salio a bien , ni uvo lugar ni effecto en nin–
g· una parte, por no salir tras sus mensajeros, si no
fue en la vil la de la Plata, que· e
en la_gran pro–
uincia de las Cha rcas, como adela nte diremos. Es–
tas cosas no fu eron tan ocultas a Gon<;alo Pic;arro,
ni a los s uyos, por que fue luego anisado de sus es–
pías que tenia sec r etas ,
y
assi con breuedad des ·
pacho a las cibdades, vi ll as
y
lugares sus mensaje–
ros, escriuiendo a todos s us theni ent"es y a otras
personas hazi endoles saber de como el auia des –
baratado a Blasco
I
uñez Ve la y que se le yua r e–
trayendo por la cuesta de Caxas. A ssimismo les
embio aui ar que tuuiessen gran cuydado y dili–
gencia de tomar vnas car tas que Blasco Nuñez
V ela e criuia a muchas personas, en donde le ha:
zia saber al contrario de lo que passaua en quanto
a lo que escriu ia e l Vi orrey. Porque por _ve ntura
algunos vandolerqs y sediciosos podrían por ella s
r eboluer toda la tierra que ya tenia de paz
y
esta–
ua n todos en gran quietud y sosiego, y que ahor–
cassen a los mensajero que ll eua[ba ]n las cartas,
porque otro
escarmentassen en cabe<;a agena
para no atr euerse haze r otro tanto. Los mensaje-