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. z n ·enio, que lo
r~latara
mas especifficadamen–
t
y
con mejores
y
adornadas palabras; mas, em–
p
ro,
haré en mi todo .lo que pudiere para que el
prudente
i
ctor vea en ella las cosas que los tira–
no
hízi
ron contra los leales, para que las abo- .
rr zca. Ante todas cosas es necessario dexar atrás
d di c ntar las bqrnas ontiendas y g-randes ren–
cilla que tuuieron lo primeros gouernadores y
pobl dor de la tierra; conuiene á saber, el Mar–
qu d la prouindas de ·los tauillos, Don Fran-
o Pi arro, y el delantado del Cuzco, Don
·o d
lmagro, con sus parciales. Los quale
ntrambos, como compañeros y hermanos en ar–
m
tuuieron entre si
0
Tandes enemistades
y
odio ·
por
1
malos terceros
y
consejeros que siempre
tuui ron a u lados, por la parücion .de la tierra,
pr t ndi endo cada vno dellos mandar
y
g·ouernar
n toda lla ma que 1 otro. De manera que nin–
·uno
d
lo dos quería
~en
r
y ·ualdad en el man-
o
r ad·:t vno vniuersal eñor de todo lo
t
prouincia
y
aun la d emas que
· n
r,
qu .auia de mucha r et:)one .
m
treuer a ont a r on mi flaco ju Tcio
h ablar , l a
bT
nd r frie ·
y debate
b
nca j , ntre el de lanta do
1 Capit n Ion o d
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