SAORilIENTAOION DE S. E.
ENSIBLE
es que el ilustrado correspon–
sal de ese diario no haya presenciado
la magnífica ceremonia de los
Sacra–
mentos
de S. E. el Presidente, porque
esta circunstancia priva al público de
la descripcion de escenas que difícilmente se
borrarán de la memoria.
Yo puedo asegurar que jamás he visto tan-
. ta solemnidad en funciones de esta especie. No
ha habido uno solo de los concurren tes, que no
se haya sentido profundamente conmovido, ba–
jo la doble influencia del sentimiento religioso
y del patriotismo que ve en la conservacion de
la vida de S.
E.,
una prenda segura del órden
3 .