que Vela disimuló por entonce·s, pero guar–
dó profundo rencor
á
an1bos,
y
no tardó
en vengar el ultraje. U na noche cayó el
factor 1nortaltnente herido por la 1nano del
Virrey y fué últi1nado por sus servidores,
y otra 1nandó llamar
á
Solar y recon vi nién–
dole áspera1nente por aquel 111ote, hizo ce_
rrar las puertas de palacio y ordenó que
su capellán lo confesase para hacerlo ahor–
car en un corredor qne salía á la plaza.
N egóse Solar
á
confesarse, y ha
bié~1dose
hecho público el suceso, acudieron
á.
pala–
cio el Obispo Loayza y otras personas de
calidad
á
interceder por la vida del Con–
quistador;
á
lo cnal accedió el Virrey, pe–
ro lo hizo conducir cargado de prisiones
á
la cárcel, en donde estuvo por espacio
de dos n1eses sin formársele proceso al–
guno. Practicando los oidores una visita
de cárcel interrogaron
á
Solar sobre la
causa de stt prisión, el cual respondió qne
la ignoraba, lo qne puesto en conocim ien–
to del Virrey replicó que le había n1anda–
do prender, y aún le había querido ahor–
car, por el mote que había puesto en el tan1-
bo de la Barranca y palabras desacatadas
que le había dicho) y que, siendo Virrey,
por vía de buen gobierno le podía
pr~nder
y
aún ajusticiar sin tener que darle cuenta
34