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~as
el vino que
~a
bebido, del
ral. De donde
asr
·c·omci el
agua
.que puede digerir
~u
calor
~a-
·
que
está sobre el fuego , q'Jaado
tural :. por donde
viene
el vmo está muy caliente, qua
i
olvida–
~
subuse á la cabeza,
y
ense-
da de su propia naturaleza (que
norearse . de tal. manera de .él, . es pesada,
y
tira para abaxo) da
que ya no se n
ge por sf, smo saltos ácia
arriba
imitando la
¡¡.
l'.ºr
el vino
qt~e
es.táe? él: Pues
gereza
y
naturaleza del fuego, de
51
esto es
as1 •
dime:
iqué
tal que está tomada; asila tal áni–
estará una ánima quaodo esté ma, inflamada
de
esta llama ce–
t~n
tomada de este vin_o celes-
lestial, se levanta sobre sí rnes–
t1~l
;
quando
escé
tan
~lena
de ma ,
y
esforzándose
por
subir
Dios
y
de su amor, que no pue-
con el espíritu dt: la tierra al cie–
da
ella con
~an
granJe carga de
lo
(de donde le viene esta llama),
deleytes ,
nt
baste toda
su
capa· hierve con deseo encendidísimo
cidad
y
virtud para sufrir tan de Dios ;
y
asi corre coa arre–
g·rande
fdicidad
~
Asi se escribe
b1tados
ímpetus por
abrazarse
.del san to Efrén (a), que muchas con él,
y
tiende los brazos en
v;e~es
era
tan poderosameme ar-
alto por ver si
podri
alcanzar
rebatado de este vino de
1á
sua-
aquel que tanto
ama:
y
como ni
vidad celescial , que no _pudien-
puede alcanzarlo , ni dexar de
do ya la flaqueza del sug to su· desearlo, desfállece con la gran·
frir la grand za de e tos deley· deza del deseo no cumplido,
y
tes , era compeli..tio
á..
clamar á no Je queda otro consuelo sino
Dios,
dicieddo:
Senor
4
ap rtaos enviar suspiros
y
deseo& entra–
un
poco
de mí,
porque
ue
ñables
al
delo ,
dicii:ndo
con la
de
la flaqueza de mi cuerpo su· E<iposa en los C antar es
(b):
Ha–
frir la grandeza de
vue~tros
de-
ced saber
á
mi amado que es–
leytes. ¡O
marJ villosa
bondad!
toy
enferma de amor: la qual
¡O inmensa suavidad de este
So-
manera de enfermedad dicen
los
beraoo
Señor , que coa
tao lar-
Santos que procede de
imp . dír–
ga
mano se comunica
á
sus
cria-
sele
y
dilat~¡sele
el cumpltmit!o–
turas, .que no baste la fortaleza
.to
de este tan grande
y
tan po–
de su corazon para sufrir
la
deroso deseo. Pero no
desmaye~
abundancia
de tan
grandes
ale-
por eso
(
dice
un
Dúctor)
6
grias
! .
.
amoroso espíritu ; porque esta
Pues con esta celestial embria· enfermedad no es de muerte, si·
guéz se _adormecen los sentidos no para
.~loria d~
Dios,
y
~~ ra
del ánima: con ésta goza de un que el
HtJO
de Dios sea
glo11fi–
sueño de paz
y
de vida : con cado por ella (e). ¿Mas
t.JUé
len·
ésta se
levanta
sobre sí mesma, gua podrá declarar la grandeza
y
conoce
y
ama
y
gust:1
sobre de los deleytes que pa a o
en_tre
todo lo que
alcclnza
el sér natu-
estos amados en aquel
fiortdo
le·
(a)
S.
Joan.
Clim. c. i9.
(b)
C11-nt.
5.
(e)
Joan.
I 1.