., 8.
'Cartas 'de
!tu
!vizfsiones
trina ,
y
nunca ro1nar partido en una falfa Seéta.
Qtien
te l;¡a querido n1as que tu padre ,
y
tu ma–
<.hc? Que inquietudes no les causó
t~
niñez?
Que
)H:nas,
y
trabajos no les ha cofiado
tu
educacion?
_Quantas fatigas no padecieron , para ponerte en el
eO:ado en que aora te .hallas
?
Y
llevas la ingrati–
tud,
y
dureza haO:a. caufarles difguíl:ós ,
y
afliccio–
nes!
Que
bella infiruccion para vofotros, padres,
y
madres,
íi
no velais fobre los defeétos de vuefi:ros
hij os,
y
íi
fois defcuidados en corregirlos en
fu
tie rn a edad. Nunca permitais , ql'le con pretexto
de fer agudos los niftos, refpondan
burlandofe,
o
que
contradigan
a
aquellos '
a
quienes deben refpetar:
de otra
tnanera ,
no
efpereis
verlos furniifos,
y
rcf~
petofos en
una
edad
mas
abanzada.
-
Que
diren1os de
un
perfonage,
que
ap~nas fa~
be el abecedario ,
y
tiene folamente
una ligera
tintura de
la naturaleza
de
las cofas ,
y
de los
ver~
daderos principios de la moral,
y
no obftante
mar~
,
cha con
la
cabeza levantada , abriendo los ojos;
abanzando el pecho'
y
retirando
azia
atras la ca–
beza, andando con fiereza
'y a
paífos
contados?.
Bas vHl:o objeto mas digno de lafi:ima
?
Vivien~
do cien años
f~bre
la tierra , no fe podra de–
cir, que ha vivido un dia. Si efia la razon de tu
parte, exponla con n1anferlumbre ,
y
ferenida~
Fara
que
tantos movinaientos ,
y
acciones tan ve-–
cinas
i
la calera
?
No convence efia
a
un
hombre
de juicio. Pero
fi
no
ti
enes razon,
y
quieres falir
con tu intento
a
puros
gritos '
y
por decirlo afsi '
a
mano armada, te pareces
mucho
a
los Ladrones
public.os.S
ub-io
tu vecino
a
una
alta
fortuna,
cor–
~en
dos
de 9fO,
y
plata
eº
fH
ca
f~ ~
todo le fale
~
bien~