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Compañia
de Jefas.
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Singulannente en el Cabo, donde
por obe·
'diencia pafso nueve años defpues de haver
traba~
jado
en
diferentes Parroquias de la Comarca,
tuvo
ocalion de manifefiar
fu
z~ló
,
y
fus Apoíl:olicos
talentos. Como Cura ·del Cabo, efiuvo encargado
dn llevar la cuenta del gafro de la fabrica
de
la
Iglelia , que edificaban los vecinos :
y
no tuvo
poco que padecer de ciertos. genios ,
que
no
que~
¡·iendo hacer bien' tienen cm.bidia
a
los que lo
hacen. El Mifsionero daba cuenta de todo
a
los
.que le querian
Olr ,
y a
otros oponia una
pacieA~
cia inalterable '
y
una aplicacion continua
a
lle–
.var adelante la obra. No por eífo afsiíl:ia n1enos..
.
a
la Iglefia , ni
a
los enfermos, para los quales le'
havia dado
Dios
fingular talento. Cien veces fe.
ha preguntado
,
y
todavía no fe co·mpre hende'
co~:
mo pudo un hombre folo .llenar tan diferentes oc
u·
paciones. Nada era capaz de inquietarte: parecía
ftempre foífegado, por mas negocios que tuvieífe)
y
fu exterior fiempre compueilo, era prueba de
la tranquilidad interior de que gozaba, en mediQ ·
4e las mas pefadas ocupaciones.
Era fin duda efeét:o de fu union con
Dios
,
a
quien tenia fietnpre prefente '
y a
quien nunca
perdio de vHl:a en los dias de fu vida. Se puede
afirmar ' que -praéticaba
a
la
letra el precepto
Evangelico de orar fin
intermifsion. Siempre
le~
''antado
a
la
~ora
feñalada , defputs de fu Oracion
iba
·a
la Capilla domcfiica,
y
haviendo defpertado
a
los Negros, les decb. las Oraciones , paliaba luego
a
la Iglefia,y alli fe quedaba de rodillas, hafia que fe
llegaífe alguno
i
fu Confdfonario.
Se
eíl:t1ba algun2s
Ycces dos ,
o
tres horas en e(ta poftura
J
con un
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z,
re~