t
o
2
Cartas
de las
Mi(~iones
J
haviendo lavado la tela qnatro ,
o
cinco
veces;
de fa parece,
y
no queda _fino e1azul , fobre
el
qual
fe ha
vi
a
pintado·. No
obíl:ante,
hay modo de
fixar
el
verde de tnanera , que dure tanto
cotno
la tela;
y
es efl:e : Se toma la cebolla del
Bananíer,
fe
ma~
ch~ca
eíl:ando frefca,
y
fe:
faca el jugo. En una bo–
tella de tintura verde fe echan quatro,
o
cinco
cucharadas del jugo,
y
fe
hara
el Yerde tan
per~
manente,
que no
fe
podra borrar.
Hay
~l inconve~
niente , que
con
efie jugo pierde el verde una
part~
de fu herntofura ..
N O
.N
A.
R
Eíl:a hablar
del color amarillo,
y
no pide
mu~
cha
explicacion.
El mifmo
color que
firve
para el
verde p.intado
[obre
.azul, firve
para
el
ama~
rillo
pintando
lo
{obre
tela
blanca!
pero -no
es
mu1J
confifl:ente
elle
color;
defa
parece
defpues de ha
ver.
fido
lavado
unas quantas veces.
No
obfi:ante,
quan~
do fe xabonan ligeramente las telas,
o
fe lavan en
fuero mezclado
con
zumo
de
Hmon,
o
fe
mojan en
agua, en
que
fe huvieífe
deshecho
una
corta
can~
tidad de eLl:iercol
de
Bacas,
y
que
fe
huvieife colado
por
un lienzo,
duran
n1ucho
tnas
tiempo
e!tos
colo~
.res paffageros.
D E C 1M
A~
A
Ntes de acabar, es
pr.ecHo
decir una palabra
de Jos pinceles Indios. No fon otra cofa
fino
unas
raxas
de Bambu ,
o
Caña
de
Indias
puntiagu–
das ,
y
abiertas
a
la dillancia de
lo
ancho de
un .
dedo de
la
punta. Se les pone un pedacito
d\~
tela
-bien
etnpapada en
el color,_
que
fe
quiere
aplicar,
l