·á
ela
Comparíitt
de
J
efus.
1
t
Es
cierto , SetlOr'
que
en lo
que
acabo
de
detll
cir,
hay
alguna
apariencia
de Cafl:a ,
y
tanto mas,
quanto no
querian
los Cbriíl:ianos de efl:a
Ciudad,
que fueífen admitidos al Bautifmo
los
Tomins
,
que
en fu concepto eran
tan
infames,
que
no
podian te-.
ner con etlos
fociedad alguna ,
y
cofio mucho
a
los
Mifsioneros
reducirlos
a
la razon. No obfiante ,
fi
fe
quiere tomar el trabajo de
examinar el
origen.,~
fe
vera ,
que
nada
menos hay que Caíl:a; porq
e.
convienen todos,
y
aun los habitantes de la
Ciu- ·
dad
de
Cbaobing,
que fon los
Tomins
defcendien~
res
de los
1nas
grandes Señores, que florecieron
al
fin
de
la Dinaíl:ia
de los
Song
,
que
fueron
defirui~
dos por los
Tven
;
y
porque dieron tfl:os Señores
mas que hacer
a
los Conquiftadores , a.trin
hcran~
dofe por todas partes· ,
y
reufando conftantemen..
1
te
fu)etarfe
a
los Tartaros :
os
qu~
quedaron
de
la
carnicer1a que fe
hizo
en
ellos ,
fueron cond na–
dos
a vivir
en dicha
Ciudad,
feparados
de
los .
d
13
tnas
del Pueblo,
y
en el efiado
humilde,
en que
los hemos
viílo
hafl:a
el
principio del
Rey
nado
del
Emperador,
que
acaba de
morir ,
el
qual
en
un
De–
creto,que hizo
con~ra
una d·
f~rencia
tan o
iofa,maneer
do,
que fueífrn los ·romins igualados con los
d
mas
Vaífallos; que pudieffi n
fer
examinados
J
y
ton1ar
los
grados,para
fer empleados en
los
e
m¡~
leos,li
eran
ca~
p.aces decun1plir con las obligacio1 es de los cargos.
Ninguno
fe
opufo
a
efia orden , que
fue
pu~
blicada
por todo el Itnperio ,
fino
los Letrados
de
Chaohíng,
gente
de
un
efpiritu
re
bol
tofo,
que
ha~
cian
confiftir
una parte
de
fu
gloria
en
la
huini-
liacion
de efios defdichados ,
y
que eíl:aban en
poffcfsiQg
d~ !~ª~~~!oª
C2J.1
~! !!l~imo ~~fprecio.
Se;
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