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Cartas
de
las
Mifs/ones
cabeza dc[cubierta , las
manos atadas con
una
cacle~
na de flores,
y
arraítr3ndo
otra ferrejante , tada
a los pies, acotnpttñado de
n1
chos S ñor de fu
Corte, todos en el tnHn1o trage ,
1
af
o
c<.n gr,
nde
¡,orn
p
a a
1
a m z ita ,
par
a a
1
ea
nzar
agua
en nom–
brc de fu Profe a Mahoma. S' s
rL
egos fueron
inutiles,
y
prollguio
la
feqnedad.
Poco
defpues
un fan1ofo
penitente Ge1
til ,
refpttado
de los In.. .
fieles,
como
un
ho nbre que
hacia
milagros, fe
en–
fangrento
todo el cuerpo ,
abriendo1o
con
un cu–
chillo
bien afilado, en pr fencia de
todo
el Pue–
blo,
y
prornetiendoles una llu\! ia abundante. No
fueron o1das fus su licas. En fin , quarro 1nefes def ...
pues, uno de los princi
palcs
Fakire.r
fe hizo en–
terrar hafta el
cuello '
refuelto
a
no falir de allí
ha!ta
que
llovieffe. Pafso afsi
dos
di ~ scon
fus no–
ches' no
C'eífando
de decir con grandes
voces
a
fu Profeta , que debía concederles agua ,
y
que en
ello
fe intereifaba fu honra. Pero })erdi0 la pa–
ciencia,
y
al tercer dia tnando que le defenterraf–
fen , fin haver caido una gota de agua , aunque la
havia
prometido con
la
m'
yor
feguridad.
Corno
l~s
necefsidades
de nu·efiras Iglefias,
y
'de las
diferentes
Chrifl:iaodad s que fe cultivan,
nos
()bligan
a
largos ,
y
frequent
S
viages ,
podeis,
Señ ra, hacer
juicio
de lo que
padc
e
n1os,
con los
grandes
calores de un clima tan
at
diente. e n1udado
tr
S
Veces 1pellejo ,
que
fe
111C
C~lla
a
pedazos , cafi
co1no
1nudan
fusca mi fas las. ferpient
s.
Me
daba
pe–
na, que
1
.~ellejo
nuevo no fu ífe
1nas
negro que
el
antiguo: porqu
y1.
fabeis, qu no nos tirn'e
cu
n·
ta el color blanco
en
eGc
Pa1s , p
rq
e por
el
nos
tienen los Pueblos por
Prangui.r.
Encontrando en
di
a