de la
Cornpa!Jitt
de
Jeju!.
l)
y
acompar ado de
n1ucho
Eunucos ,
y
Mandarines
fubalternos, pafso
adonde efiaban ,
y
los
miro,
uno
defpues de
otro, con
mucha
atencion.
Sorprehendi~
do uno de los Eunucos de no
ver
feñal
alguna de
triftcza
,
o
turbacion ea
fus femblantes , antes
bien
un
cierto a
y
re de gozo,
y
contento,
que
en
lo
na~
tural no decía
bien
con
el
ell:ado en
que
fe halla–
ban,
exclamo:,,
Muy
efculpida
debe
eftar·
la
Ley:
,, Chriiliana
en
el
corazon de eíl:os
Efrrangeros.
,, Para enfeñarla
a
~os
otros ,
abandonan
fu Pa–
J.1
tria,
y
lo q_ue mas atnaban en eíl:e mundo: fe ex..
,,. ponen a los rigores. de una larga prHion ,
y
reci–
,,
ben la muerte
con
tanta
alegria.
Pidio el
Cate–
quifl:a Marcos licencia al Mandarin de defpedirfe
de los Padres,
y
decirles
el
ultimo
a
Dio1
,
por–
que
no les bolveria
a
ver en
eíl:e mundo :
le
fue
concedida,
y
al punto, faliendo de la fila, fe arrojo
a los
pies de los
Mifsioneros.
Cotno
les. hablo en
voz
baxa
~
nada
fe pudo.
faber
de
fn
converfacion;
pero no
fe
duda, que les manifefl:aria
fu
pefar, Y.
aflicciotlde
no
haver fido juzgado digno de
acorn.;
pañarlos
al martyrio:
porque fe
tuvo
noticia
cier..,
ta, que no
havia
omitido diligencia, ruegos,
íupli..
cas,e iníl:ancias,para
fer
compre
hendido
en
fa
mifina
pena:
que
reprefento
a
los
Jueces'
que
fi
tn'erecian
los Eíl:rangeros
la
muerte,
por
haver
venido
a
pre~
dicar la
Ley
Chriíl:iana
en el
Reyno,.
el,
que
los ha-;
via conducido,merecia,por mas juíl:o titulo,el mifmo
cafl:igo.
No
atendieron a
fus
razones. en
atencion
al
gran
Mandarin
de la Corte, que le protegia;
y
que .
como
ya
lo hemos dicho, le havia dado un
Paífa.,
P.Otte
para ir
a
la
China .
~uego
que
é!
Catequiíla
Marcq~
bol
vio
a
fti
P;
F.u~f~