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o
Cartas
de
las
Mifsiones
a
fus
Padres en
Chriíl:o,
y
ofrecerles
algunos
regi4
lill
s
:
unos les llevaban frutas ,
y
diferentes
refref~
co : otros les prefentaron boliillos llenos de mo.;
nedillas ,
y
algunos
los precifaron
a
recibir
ve(li.
dos nuevos, en lugar de los que tenian puefios,
y
fe llevaron los
vieJOS , para
gulrdarlos
como
pre~
cio[as
Reliquias.
No tuvitron los Padres por conveniente
con~
triíl:ar
a fus amados
Neophyt
s , negando[e a tan-–
tos refritnonios de fu
at
éto; pero luego que
fe
retiraron , entregaron todJs las monedas al Cate--.
quifra Mar os,
para
qt~e
las repartieífe entre los
Soldados ,
y
los
otros priGoneros
,
que
tanto los
havian infultado.
U'
na caridad tan
excefsiva ,
y
tan
nueva para eftos malvados
,
les
hizo
mucha
im~
prefsion..
Stts
corazones ,
aunque
tan
duros, fe en..
ternecieron
ha.!l:a
derra1nar
lagrimas ;
y
en lugat
de los crueles inCultos,
y
de los malos
tratarnicn~
tos ,
que
hafl:a entonces les havian hecho , no
cef~
faron de elogiar
fu
virtud ,
y
colmarl()s de
hendí~
ciones.
El
dia diez vino un
Mandarin
de la
Cor~
te,
y
leyo
a
los
prHioneros
fu fentencia :
luego
hizo
entrar a los
Verdttgos
en
la Carcel
,
y
feñalo
a
cada uno el Reo que havia
de
execl:ltar. Sacaban
eftos de
qnando
en
quando fu fable de la
vayna~
. y
por
modo de diverfion fe
exercita~an
en fu
cer~
cano empleo delante de
los
Mifsioneros.
Efte
pre–
ludio de fu fuplicio , que tenian los
Padres
tantas
v
ces a la viíl:a, les
daba ocafion de renovar otras
antas el
fa~rificio
de fus vidas.
Haviendofeles
le1do
la fentencia, fe abrieron
las
puertas
de
la
Carcel,
y
en
poco
tiempv fe
lle–
no
de
Chriíl:ianos del
uno,
y
del
otro
fexo.
Los
Pa..,