fle la
Compa~?a
de
JeJa!.
97
_of
a
e
los
Europeos : , ,
No me
dpongo,
ire
dixo,
i
;,,
la partida de los Efrrangeros • a tu
arbitrio
lo
~,
dexo,
y
fténto mucho haverlos
tratado con tan
;,,
poco modo ,
y
moderaci<;>n: perdoname ,
te fu..;
~,
plico, mis impaciencias, que fon tan indecentes
z
~,
tni edad;
y
dame el conf.uelo
de
decirme, que las
1 ,
·echas ernteramente en olvido. Alabo
el Chino el
prudente partido , que acababa de
to1nar
~1 viejo~
y
le affeguro ,
que
perdonandote
todo
lo
paífado,¡
no
tenia
que
ten1er
de
fu
parte.
~
Afsi fe tern1ino un negocio , que tenia en
con~
tinuo fuíl:o
a
los Mifsioneros : porque
fi
el
Manda~
rin de
la
Ciudad hu
viera
ftdo. info.rn1ado de fu
vía~
ge, como los atnenazaban que lo feria, no podiatt
dudar
~
que ferian por lo menos embi.ados otra
ve~
a
tv1acao.
Partieron , pues,. con mucho
gozo,
y
ha...
:viendo anclado algunas leguas , fe hall:tron en
las
tierras dependientes de la Ciudad de
Lientcheu.
E~
Gefe de ia
Aduana
les hizo
muchos
cariños:
les
dixo, que
era natural
de Pekin ,
donde
havia
co~
nocido algunos de nueítros Padres : que
le
haviatt
h.echo buenos oficios;
y
que con guíl:o
fe
valdria
de
qualquiera ocaíion, para manife!tarles
fu
reconoci–
miento. En efeél:o , no pern1itio que fucffen vi–
litados
fus
bagages,ni que pagaffen
d
recho alguno;,
antes bien les dio una Carta
de
recotnend,tcion
pa~
ra fu
cercano
pariente,
el
Mandarin
de
Lient-cheu.
Les fue
muy
util,
porque hallaron en el
Manda~
rin todo el buen ac.ogitniento que
podian
defear.
Partieron de
dicha Ciudad p..ara ir
legna
y
media
mas
alla a la ribera
del Mar,
donde
los effleraba
un Barco. Havi1 en eíl:e
parage
otra Aduana,
que
po dependia finQ del
Man~
-i
J
de
la
Provincia.
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