~ tle
la
Compa'ií~·a
ae
Je]iei.
7
J
ltimo,
en
que
me
da
parte
de
algunos
fuceífos,'
que
no
feran
defagradables
a
V. R. Havia empren–
clido
edificar
una
Iglefia,
que pudieífe reliíl:ir a los
furiofos
uracanes,
que fe
experimentan
cada año
en cftas Islas,
y
derriban
cafi
todos
los
edificios.
~ufc.aba
para
eífo
cierta efpecie
de
madera;
pero.
los Indios ,
a
quienes
hablo
en
efie
aífunto ,
o
por;
pereza,
o
por el
temor
que
tienen
a
ciertos
Nigro.,
..manticos,
qu~
viven en los Bofques,
y
en la
Len~
gua del Pa!s fon
llamados·
Macanáa,
refpondieroa
<:onftantemente,
que
tal arbol
no havia
en
la Isla.
Havia el
Padre
perdido toda
efperanza,
quando
la
virpera de la Alfuinpcion, un niño, que en1pczaba
fl
tartamudear,
fe
prefento
a
el,
y
dixo:
Padre :
y¡
l1o
pudiendo
decir otra cofa , con la
mano
le feñalo
un parage
de
la Isla, pronunciando muchas
vece~
el
nombre
del
arbol, que tenia el
Padre
en Cu
pen~
.
famiento.
Al iníl:ante
tnarcho el l'adre
azia
el
pa•
rage
feñalado
con
algunos
domefticos ,
y
muchos
Neophytos:
hallo
el
arbol que
bufcaba,
y
en
poc~
tiempo fabrico
una buena
Iglefia.
Tenia eíl:e
Mifsionero
un
domeftico de
veinté
años de
edad,
que le fervia
con
mucho cuidado.:
Un
Macanda pufo
pür
obra
todos los fecretos
d·e.
fu
arte diabolica para hacerle
perecer.
En efec...,
to el
tnozo
cayo
de
repente
en tal
debilidad,
que
hacia
dudar de fu vida. El
Padre ,
penfando
que
fu
enfermedad era
natural,
le
aplico
defde luego
los
remedios
ordinarios; pero cada día fe
aurnenta–
ha el 1nal
con fymptomas
extraordinarias, acom–
pañadas de
horribles vifiones, que atormentando–
le de
noche, le reduxeron a la
ultima
extrernidad.
Afligido el
Mifsionero por
la
p¡~rdiqa
de
un cria-
Torll.XlV.
K
do
....
_ ....
~