pcy
cite el st.:puestu docnmento
('[1
la pág.
52·/·G de su
1ibro--"la Iglesia
y
los filósofos.'' Dice
t:Jmhien
q
w .;
el
secre~e
del estrañamiento
po1·
Carlos
III "quedó
bien guardado,
y
la
historia ocurre
á
suposiciones.
Nuestros l-ectores
están bien
informados.
(1992)
Verdadero
retrato
pág.
1070.
(193)
Verdadero retrato
pe:1;g.
1074.
· (194) Historia de
Carlos
III, tomo
Q.
0
,
pág. 197
y
sig. con
la nota-El P.
Bonffil dice en
la
pág. 1055 que
fueron
los
p¡:¡dres
de
la compañia
los que con
el
crusi-–
fijo en la mano sofocaron
el
anterior
tumulto de
Madrid·.
Antes
habia dicho M. Cretineau-J
oly,
que ''·el
Rey
to~
JnÓ
ojeriza
á
la
compañia,
porque
la
presencia
y
auto-
1·idad de algunos de sns individuos bastaron
á
calmar
la fnria del
pueblo."
Á
lo
que
contesta
el'
señor Ferrer
del Ri.o, lib.
Z.
0
,
cap.
4·, tomo
Q,
pág.
1~4
y
1Z5,
en la
nota, que ''nadie tipaciguó el n1otin de
Madrid,
mas qne
Carlos
III otorgando sus peticiones.''
Haciéndose
car–
go de
que
los
que
atribuyen
la
espu~sion
á
consecuencia
de una carta forjada. por
.el
Duque de Choisenl, en que
inlitando
la
letra de Ricci
Re
aseveraba que Carlos
III
era hijo
adulterino,
dice:
"1nucho dudo
que
existiera
tal
carta:
si
c:x.isti<> realn1ente,
no puedo creer,
qne ·
la
escribiera el P. Ricci. Ohoiseul no tuvo
arte
ni parte
en
el
estrafiamiento de
los jesuitas españoles,
y
para
decretarlo,
no
se
hizo
mérito
alguno
de carta en que
se
mancillara la
honestidad de Isabel de Farnesio, que
jttmas
puso en
duda la historia.'' Sit·va
esta
respuesttL
ií
muchas vulgaridadés
y
lijerezas
del autor del ''ver–
dadero
retrato
á
daguerreotipo
de
la compañia de
Jesus.
(195) El
verd~dero
retrato,
cap.
68, pág.
1169.
(196) Verdadero retrato,
cap.
58,
pág.
1012.
(197) Verdadero
retrato, cap.
61,
pag.
1052.
(198) Theincr,
t01no
l.
0
pag.
67, 68, núm.
30,
pag.
118,
núm.
53.
(199)
Thcine1·
,historia -del
pontificado
de
Clemen–
te XI
7
ton1o l.
°
Conclave de
la
elrccion
de
Cle1non~
te XIV
pag.
153
y
196 núm.
~2
y
81.
(~)00)
El espíritu do .Azára, carta de
92,
de Enero de