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Siglo
XVII.
3
6o
HISTORIA
~Cr.'EStA~TICA
deshecho hacia muchos años ,
quedaba
t
davía oculto un
nÚnlero
de
e
muneros
todos los estados,
plrticularmer.te en el
ce
tro
de
los CJau()tros
y
de Jos Colegios ,
J
gares consagrados
por
su destino
á
las cie
cías
y
á
la piedad ; pero que
irvcn
muchí
simas veces de asilo
á
las preocupacion
á
la ignorancia
y
al falso
zelo.
Al pres
te que reyna el órden en
todas partes,
J
reynan por él en todos los cuerpos la subor..
clinacion
y
la fidelidad , convencidos , co
]o estan, de que ]as obligaciones de] ciu
dano
son
]as prin1eras de todas aun
siguic
do el espíritu
y
las
reglas
del Christianhm ·
costaria trabajo el creer lo que pasaba
e
tónces en la obscuridad de sus retiros: 1
discursos que allí se
hacían,
los
proyect~
que en ellos se
formaban ,
los
votos p
m
osos
con que
fJ
tiga ban el Cielo , las
e
peranzas horrorosas
de
que allí
se entret
ian; este fué,
como
hen1os observ3do,
principio
de
las
turbulencias
que agitároo
(Jniv
r~id
d, la
Sorbona,
y
Ja
mayor
pa
e de
los
cuerpos
regul
res durante
~
6
rnoso
indicado de R.icher.
Así
como en
el
órden
fi
ico
en
cesando las enfermedades
popul res de
destruir Jos paises
de
Ja
e
m
re
s
rnanifiest
n
todavía de
tiempo
e
•
1
,
ttempo
,
a
nque
con
s.tntom
s mucho
menos
spa to
os,
y
no
d
s p
r e
n
enteram
nte
has.,..
ca