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l
GENERALa
1
SI
1
,derta
en
el 6rden de la
Fe,
si'no
las
que
es-
Síglo
,,tan
en todos tietnpos recibidas
en la
Igle-
XVII,
:,sia ; que
la oracion ae la presencia simple d.e
,Dios.,
del reposo
en
Dio~
las otras ora-
·,,ciones
extraordinarias, aun las
pasivas,
a
pro~
,,badas
por los maestros de la vida espiri tua1,
-
,,no pueden ser desprecíadas, porque son
b~e
...
,,nas
en
sí
mismas,
y
practicadas por muéno$
~,Santos,
pero que sin estas oraciones
sub~i-
,,mes se puede
llegar
á
un
grado
muy
~lto
de
,santidad; que no
se
deben excluir de la con–
,,templacion, ni las verdades
comul)es ~ d~
la
_,,Fe, ni
los atributos de Dios,
ni los
miJte-
,_,rios
de
Jesu-Christu; que
no debe adherir-
,,5e el
estado de perfeccion
á
tal grado de ora-
.,,cion
mas bien que
á
otro; que es
esenci~l
á
la
,,perfeccion
en la
vidaJ
presente el poder ir en
~,aumento
siempre :
y
en fin qu€ los caminog
.,,extraordinarios son
muy
raros~
y
que como
,pueae
extrav~arse
,
ya
sea_ engañándose uno
11
•
d
'd
~
,_,a
st mtsmo,
ya sea
exan
ose
engai1ar
por
,otros ,
cstan sien1pre
su
jetos
al
eJ\án1en
de
,los
Superiores
Eclesiásticos.'"
'
".
· Para fqrmar los treinta
y
quatro
artí~u
los de que
a~abamos
de hablar, tuviéron án–
tes los
Con1.isarios n1uchos
debates ,
y
para.
eonvenirse
n1ucha
dificultad;
así sobre
el
fon~
do de las cosas, como sobre el modo de ex–
plicarlas. Cada uno de ellos tenia sobre los
puntos 9-ue se
proponian determinar
princi-
~
3
pios