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so
ir~
TOR.IAEcr.:Es1AsTtcA
Siglo
,,taciones ;
que no se pe.rn1ire·
al Chrístbno
XVII. ,,el estar
~indiferente
sobre
la salvacion
y
so.
,,bre
l~s
cosas
que
á
ella
'se
refieren ;
que los
1
~,actos
de _que
se
babia
no de rog·
n hi masl
,,alta perfeccion; que
pa~a
exercitarse en
ella
,,río
es
necesario esperar una inspir.: cien
p:u–
' 'ticu lar
y
actual ' bastando para esto
la
r~
;,con
el
so/orro
de la
gracia ; que
en
la vía
,,contempla tiva
y
en la oracion
ma~
elevada
_,,todos éstos actos
es
tan.
corn
prehendidos
en ·
, :) la caridad, no
porque
égta
intJtilice
á
las
,,otras virtudes
y
las haga
superfluas,
sino
,,porque ella
las
anima
y
las perfecciona;
que
,,las
reflexiones
de cada
uno
sobre sí
mismo, ,
, , sobre los actos
que _prodpce, sobre lo
de:–
,,mas q ue ha recibido,
y
sobre el uso
que ha·
:n ce
de ellos; los ,--. practicáron los
Apóstoles,
; )las
almas
mas
perfectas
y
los
n1ayores
SJn–
'>
tos,
y
que
todos deben practicarlos
á
exem–
,plo
~e
ellos ;
que
las
mortificaciones
y
los
, ,exercicios exteriores de penitencia
convie·
,,nen
á
todos los fitdes
en qualquiera
grado
, , que se
haii ~n
,
y
que
muchas veces son
tam·
.,, bien
necesarias ;
que la oracion
-ontinua
no
~ ,consiste
en
un solo
y
perseverante
acto
sin
~, in terrupcion
, sino
en
una disposicion
habi–
, ; tual
del
corazon
y
de
la ·volun,tad
de
no
~ , hacer
cosa
que
de~agrade
á
Dios;
y
de
ha–
'Jcer todo lo que le
~grade
; que
no
hay
otras
; ,tradicionei
auténticas
y
de una
autoridad
.
, ,cter·