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:HISTORIA
l!CtESlASTICA
Siglo seos
á
sus libros ,
y
encontrando su
dich~
XVI•.
en
cultivar el
entendimiento.
Pero la envidi,
de
algunos semisabios
del
número
de
es~os) - ~
quienes
humilla el mérito de otros , llegáror
á
turbar sus dias. Se
pretendi6
hacer su
fc
sospechosa ' se examin6
su
doctrina
-y
sus
es·
critos con
la luz · de la
preocup11cion ;
y
st
encnntráron
en
ellos
Cb)Sas
poco
exSctas
qut
~ se
hiciéron
pasar
por favorables
á
las nueva·
opiniones
que
hacian
ent6nces
tanto
ruid<
en el mundo ,
y
se
le censuráron. Pero
lo
testitnonios venta josos que le diéron los Pa·
pas , los
Reyes ,
los Obispos
y
todos los
hom·
bres grandes de la Iglesia Cat6lica le inden·
11izáron
bien de los ultrages que lanzáron
con·
tra él . el
odio
y
la envidia
(a).
Bien léjos Erasmo
de
fa voreéer
los
er·
rores
de
su tien1po , no
se
apart6
jamas dt
la doctrina consagrada por el .voto de· Ia
an·
tigüedad ,
que
nadie
conocia
mejor que él
In·
(a)
A
pesar del superior mérito de Erasmo
y
de
los infinitos elogios que le diéron tanto
hombres grandes
de-
su tiempo , es constante
qUe
ha
incurrido en algunos errores ; · y por
lo mis
mo aunque se permite
la
lectura ,de sus obra:
en nueve volúmenes en folio , es con cierta:
prevenciones
que
hace el Sabio Tribunal de
le
Inquisicion ,
y
constan de su expurgatorio,
co·
mo tambien
la
proh\bicion absoluta
de
alguno:
t ratados sueltos de
este
Autor. .