36
H :)70IUA ECI.E SIASTICA
Siglo vas
y
contr.1dicciones.
Pero
estas dos
almas~
XVI. igualmente puras, igualmente animo.sas, triun·
fáron
con
la
fortaleza ·que les comunicó
e:
espíritu de D-ios
de
todas las dificultades que
Ie·s suscitáron en el mundo
y
en los Claus·
tros. Al fin los que le habian persegtiido
hi ·
ciéron
justicia
á
su zelo, de modo que la:
casas de la Reforma se multiplicáron n1as alh
de sus esperanzas.
Eran los
dos grandes
~1aes
tros en
la vida espiritual ,
y
han sido
siem·
p-re leidos sus escritos con ansia por los n1Ís
ticos
que les sucediéron. Los de Santa T ere
sa estan llenos de
uncion ,
y
respiran el amo
de
Dios m·as vivo
y
n1as
tierno,
adon-de s,
descubren
los
sentimientos
de una
aln1a gran
de, elevada, siernpre ocupada en Dios ,
~
a
brasa
da en el zelo
y
caridad.
l.
os de
Sa1
Juan de la Cruz estan anim:1dos con el mis
mo fuego; mas la
manera
de explicar sus pen
samientos
es mas obscura ,
y
es
necesario
es
tar
acostumbrado
al
lenguage
de
la
n1ístic
para
entenderlos.
U
nos
y
otros
fuéron
tr~dt
cidos al Frances. .Nlnrió Santa
Teresa
en (
Convento
de
Alba de
Tormes
en
15
82
des
pues de haber sido probada con
grlndes
en
fermedades ,
y
San Juan de la Cruz termi
nó su
carrera en
I
5
91
(a).
AR
(a) Nos ha parecido justo en honor de 1
Nacion
añadir
á
este artículo tr es Sa ntos -céle
bH