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GENERAL.
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Lrlo
de Soberanía por la Casa de Este
y
Siglo .
Gonzaga ,
y
por la de Farnesio , estaban X\'IL
c~rrados
· e
o
límites demasiado
estrech~s
y
1bres, para ocuparse en otra cosa que
en
_propia conservacion.
No ·
se mezclaban
-las disputas de los otros Príncipes, sino
1r
las alianzas que hacian con ellos ;
y
en
s
asuntos personales estaban reducidos
á
1plor~r
el
socorro de las Potencias que
que•
111
proteger'los
y
ayudarlos. Esto
es
lo
que
vió en este s;iglo , quando
la
rama
pri–
ogénita
de
la ·Casa de Gonzaga , que rey..
tba
en Mantua , se extinguió,
y
la
segun–
L
establecida en Francia se presentó para
>ger esta
importat1te
herencia ;
quando ha–
endo ' Ferrara perdido
á
su Soberano, que
~u
rió
sin hijos ,
pretendifron
sus Cola te ra–
s los Estados que dexaba vacantes este
PrÍn•
·pe, entretanto que por uri
lado
los Papas,
or
otro el Duque de Saboya se disponian
invadirlos ; por último, ·quando los
Pon–
ífices
de '
Roma
y
el Emperador pretendié–
on
despojar
á
los
Farnesios
de los Duca–
os de Parma
y
de Plasencia , que miraban
os
primeros como un desmembramiento de
os dom·inios inagenables de la Santa Sede ,
y
¡ue reivindica bá el segundo como un feu–
to
del
Itnperio.
Los Duques de
Sabaya,
de quien
aca–
)amos
de-
hablar, se
interesaban en
todos
·
Tom.
X.
P
los