CENERA't.
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:encio
X
un
Decreto provisional , por el
:¡ual se prohibian las ceremonias Chinas, has–
ta que la Santa Sede hubiese decidido. Pe–
ro habiéndose dado oidos
á
las
razones de
los Jesuítas , expidió
el
Tribunal de
la In–
quisicion de Roma otro Decreto
el
año
1
6
56 .
que permitia
á
los Chinos
y
Letrados
con~
vertidos honrar
al
modo del
país ,
estos
á
Confucio su Maestro ,
y
aquellos
á
sus pa–
rientes difuntos , declarando
que
por estos
honores no entendían darles culto religioso.
Este
1.
0
Decreto fué aprobado por
el
Pa–
pa
Alexandro
VII.
reservándose siempre
la
Santa Sede pronunciar definitivamente sobre
lo principal de la disputa , luego
que las
razones alegadas por una
y
otra parte se
hu–
'biesen examinado suficientemente. Tercer De–
creto salió el año
166
9
en
el
Pontificado
de
Clemente IX , por el qual los dos que" se
habían dado en la
misma
caus1
subsisti i:l n
.
.
.
en· su VJgor; aunque
paree
te sen opuestos;
es-
to
es ,
que las ceren1onias China·s se pro-
, hibian para los que las tuviesen por GentÍ–
iicas
' .y
se permitían ' baxo de la condic
ion
-expresada por el
2.
0
Decreto ,
á
los que no
ias
miraseh sino como
actos de
una vene.–
racion
puramente
civil.
Entretanto que el punto de las ceremo–
nias Chinas se
ventilaba
en Ron1a, conti–
nuaba
el
Christianismo~
en extenderse por el
Tom. X.
O
p-1is
Sial
o-·
D
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XVIL