A s s v n
T
o XXII.
2
97
.pulfo
al Enfermo, le decian
:
Su Merced
eflli
m~jor.
Señores, que me dice
el
Padre que me muero
?
1'
r.ejpondian
:
Ande
,
Señor
,
que fin efcrupulos de
Fray/u
,
y
encarecimientos que tienen en las cofot;
que
podrúm excufar. De fuerte
,
que el Confe.for
qued.Jba en dejgracia de.J Enfermo,
y
afsi aprove–
chaban menos fos diligencias;
y
lleno de vanas con–
fiiinzas murio
el
Enfermo
,
con menos fatiifaccion de ·
/Q
que
fe
deflaha.
~_iera
Dios , que en adelante
no ft.¡cedan femejantes cafos de tanto efcandalo
y
perjuicio.
§.
IV.
.3
S
A
Fin de que los Señores Medieos, efpe..;
·
cialmente los que empiezan
el
exerci·
eio de fu Facultad, fe hagan todo
el
cargo , que
d eben hacerfe de dl:as tres importantifsimas obli–
gaciones,
y
por conllguiente,
q
en las·villtas de fus ·
Enfermos fe efr1:1eren en obfervarl as con la ma–
yo r ex:lél:itud'
a
imitacion de lo que
p raél.ica~
tan t os Med icos exemplares en tod o ; no dexare
de propotlerles tres gravifs imas Ma-ximas muy .
proprias de ft.l oficio' cuya seria reflexion les ex:...
cita d eficazmente
a
fu puntua1 0bfe rvancia. La .
primera:
~e
el
Medico,amas de la indifpenfable
q-uotidian:l aplicacion
al
efl::udio , fe encomiende
muy
de veras
a
Dios Nudlro Señor,y le pida
fu
luz
y
gracia p:ua
el
acierto en la curlcion de los En–
fer nos. Efl::a Maxiina nq es mia , no es menos
que del Efpiritu Santo, en eíte Texto de
·la
Sa–
grad,\. Efcritnra :
Ipji vero Dominum deprec.ahun–
t ur , ut dirigat requiem eorum
&
fanitatem.
Co-–
mentando eíl:as
pala br as
el gran Cornelio
A!api-
.
Ge,